Algunos de estos riesgos, por la complejidad de las medidas obligatorias de protección que requieren, necesitan de expertos en seguridad, que sepan aportar las soluciones adecuadas, desde la triple perspectiva de eficacia, eficiencia y efectividad. Es decir, auténticos gestores de la seguridad, que además de dar una respuesta adecuada a las necesidades de protección, lo hagan, teniendo en cuenta el componente económico y el de integración de la seguridad en la “cultura empresarial” de la entidad.