Las cámaras de videovigilancia son un elemento fundamental si se está pensando en instalar un sistema de seguridad en el hogar o en negocios. Hoy en el mercado existen multitud de cámaras de videovigilancia para elegir, por lo que resulta difícil saber elegir o diferenciar qué ventajas tienen unas cámaras respecto a otras. Para ello, es imprescindible que antes de instalar un sistema de videovigilancia en el inmueble deseado, se comparen cuáles son las prestaciones que ofrecen unas respecto a otras y cuál es el costo que va a suponer cada una de ellas.
Avances en las cámaras de videovigilancia en la actualidad
Los sistemas de videovigilancia antiguos eran un circuito cerrado de televisión, donde todo lo que sucedía se grababa en cintas VHS, su calidad era pésima, y cuando ocurría algo, se debía rebobinar dicha cinta y ver todo el contenido de la misma hasta encontrar el evento que te interesaba. Poco a poco y por suerte, estos sistemas gracias al uso de la red fueron mejorando permitiéndonos ahora la grabación en NVR, acceso desde la nube y búsqueda de eventos en una zona concreta.
Hoy en día es muy fácil tener un sistema de videovigilancia, hay opciones desde muy simples y fáciles de usar, hasta sistemas complejos donde puedes configurar cualquier alerta o reacción del sistema, si ocurre un evento concreto personalizado por el usuario. Antes de hablar de los diferentes sistemas que hay para particulares que buscan una configuración sencilla, hasta los usuarios que buscan configuraciones avanzadas con avisos de eventos.
Veamos diferentes conceptos importantes para tener en cuenta.
Tipos de sistemas de videovigilancia
Hay dos tipos de sistemas de videovigilancia principales:
Circuito Cerrado de Televisión (CCTV)
Se le denomina así porque todos sus componentes están enlazados, pudiendo estar compuesto por varias cámaras de videovigilancia conectadas a uno o más monitores de vídeo o televisores, que reproducen las imágenes capturadas por las cámaras. Por lo que, a diferencia de la televisión convencional, este es un sistema pensado para ser visto por un número limitado de personas.
En el caso de locales pequeños, podría consistir en una única cámara, pero en el caso de viviendas o negocios con un espacio amplio o con varios puntos débiles lo mejor es contar con varias cámaras apuntando a esas zonas. Estas cámaras de videovigilancia se ubican fijas en un lugar determinado y están controladas remotamente desde una sala de control, donde se puede configurar su panorámica, enfoque, inclinación y zoom.
Dentro de los CCTV existen, a su vez, 2 posibilidades:
- Sistema sin conexión a la Central Receptor de Alarmas (CRA): sistema de grabación sencillo en el que la monitorización se lleva a cabo únicamente en el lugar donde se han instalado las cámaras y por lo tanto en caso de que suceda algún incidente solo se vería en el propio local.
- Sistema con conexión a la CRA: las cámaras, gracias a la conexión telefónica emiten la señal de video y audio a la central receptora para que a través de un programa de gestión de alarmas y tras un salto del mismo puedan supervisar lo que está ocurriendo y actuar en consecuencia. El problema de este sistema es que, como funciona mediante señales por radiofrecuencia, las cámaras pueden ser anuladas por inhibidores.
Videovigilancia inteligente
La conexión a Internet ha permitido que los sistemas de videovigilancia avancen considerablemente, mejorando sustancialmente los métodos de grabación tradicionales.
En el caso de las cámaras de videovigilancia inteligente cuentan con la ventaja de que todas ellas son inalámbricas y de que disponen de una red de corta frecuencia propia que hace que no sea posible desconectarlas con los inhibidores de frecuencia, sistema habitual que utilizan los ladrones para robar en instalaciones con cámaras IP.
Las cámaras IP, por otro lado, transmiten a través de IP (Internet Protocol), lo que hace posible que la supervisión de las imágenes se pueda hacer en el mismo lugar o en cualquier otro, siempre que haya conexión a Internet y se tenga acceso a la IP del sistema.
Tipos de conexiones de las cámaras de videovigilancia
Existen diferentes maneras de poder conectar las cámaras, cada forma de conexión tiene sus ventajas e inconvenientes, vamos a repasarlas.
Por cable de red
Es la forma de conectar más típica, rápida y segura. Ofrece un nivel de seguridad muy grande al ser por cable de red UTP o FTP/SFTP, la velocidad de transmisión del video es muy alta, es ideal para oficinas pequeñas o domicilios. Casi todas las cámaras tienen PoE, por tanto, podremos alimentar la propia cámara IP a través del propio cable de red Ethernet, haciendo uso de un switch PoE o de un inyector PoE.
Pero tiene una gran limitación, y es la propia del estándar Ethernet, y es que tenemos una longitud máxima de 100 metros por segmento. Si estás en una situación que necesitas más de 100 metros de cable, necesitarás hacer uso de varios switches en serie y colocarlos a distancias entre 90-100 metros, aunque tal vez necesites mirarte otras opciones si la nave es demasiado grande.
Por cable analógico
Hay cámaras de videovigilancia que son compatibles con sistemas de cable analógico (no cable de red Ethernet), es un cable como el de las conexiones de los teléfonos para que te hagas una idea. Este sistema la principal ventaja es que no tiene limitación de metros de cable, pero la principal desventaja es que necesitarás NVR que sean compatibles para ver las diferentes cámaras.
Por sistema inalámbrico Wi-Fi
Otro método de conexión a la red que cada vez utilizan más cámaras es el acceso inalámbrico. Lo único que tienes que tener en cuenta es que necesitas tener un enchufe cerca, y un punto de acceso inalámbrico con buena cobertura para la cámara IP. Las dos principales desventajas de este sistema es que, como cualquier señal inalámbrica, la climatología puede afectar a la señal que emiten, y que les puede afectar los sistemas de inhibición que usan los ladrones, cosa que con un sistema por cable no sucede.
En el caso de estar interesado en instalar cámaras de videovigilancia en el hogar o en un negocio, la mejor opción es siempre consultar a una empresa especializada en seguridad para conocer la solución óptima para cada caso y calcular así el precio del sistema de videovigilancia.
Conclusión
En conclusión, las cámaras de videovigilancia se han establecido como una herramienta crucial para fortalecer la seguridad en múltiples entornos, desde espacios públicos hasta instituciones y hogares. A través de la implementación eficiente de estos sistemas, es posible prevenir y disuadir actividades delictivas, lo que resulta en una reducción de la criminalidad y un aumento en la percepción de seguridad en la sociedad. Además, el avance en la tecnología y la inteligencia artificial ha permitido mejorar la efectividad y accesibilidad de estos sistemas, lo que les otorga un potencial aún mayor para transformar la forma en que nos protegemos y velamos por nuestra seguridad y bienestar colectivo.
Cuanto mayor sea el negocio o casa a proteger, también será mayor el precio del sistema de videovigilancia, por lo que es importante contar con un buen proveedor de sistemas y cámaras de videovigilancia..
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